Editorial:
AUTOR : CARLOS BRID
Mi sangre fluye en todas las esquinas
en las ochavas llenas de poesía
en el inicio de la tarde de enero
en la brisa que hace firuletes.
Por eso muero un poco en marzo
y se van conmigo los florales del estío.
El sur vanidoso no entrega el paisaje
a ninguna estación prepotente
se visten sus montañas de nieve
y en las cumbres quedan ancladas las promesas.
Mi sangre fluye en verano
y en invierno contemplo,
en los muelles de la bruma
partidas sin poder impedirlas.
sobre los verdes de diez infancias duermo
sin más abrigo que el cielo
y ese azul de noche que no entrego
esperando que llegue diciembre.
VIVAMOS EL HOY
La tarde se inclina en los bordes de la arboleda
atrás queda el descampado en la penumbra
una torcaza vuela rasa sobre la laxitud verde
y a lo lejos alguien llama y no recibe respuesta.
La casa enciende sus ojos y alojan vida
el cielo se vuelve azul y una estrella asoma
como si fuese el primer farol de la noche
y a lo lejos alguien repite un nombre.
Ya es de noche y el campo se vuelve mudo
otros seres, otras voces como una religión
invaden este altar inmenso y profundo.
Aún se siente en la lejanía un eco distante
la vastedad agiganta las supersticiones
los hombres comparten el habla y el fuego
refugiados en la trinchera segura
buscando el sueño que los lleve
a un nuevo mañana, al sol que disipe dudas
y lo que parecían esqueletos suspendidos
hoy son los árboles de una naturaleza amiga.
Dos caras tienen la luna
Dos caras también tienen a veces el hombre
El miedo a lo desconocido y la intrepidez que le da el instinto
Desde este imperfecto escrito les digo
La incertidumbre y la fe
La duda y la esperanza
El presente y el futuro
La sencillez y vanidad
Todo esto a seguir estando
Porque de uno depende lo otro y viceversa
Como la tierra y el cielo
Vivamos el hoy
Ver el devenir del mañana no has sido vedado
Dios no quiso que sus hijos adivinen el destino
Vivamos el hoy que es un regalo con jardines de poesía
Bosques de prosa
Y los desiertos que, aunque parezcan sin vida
Esconden el talento y la creatividad por nacer