Editorial: Independiente
En la vida se nos presentan todo tipo de sorpresas. Esto es lo que le sucedió a Elizabeth, una escritora argentina, tenaz y sumamente valiente por momentos. La caja de Pandora se le abrió a una edad muy temprana, mientras buscaba sin desmayar los orígenes de su apellido y, como en la propia historia de Pandora, cuando atinó a cerrar la caja, apareció la esperanza por la ventana ⸺literalmente⸺ y aunque su pasado parecía no querer ayudarla, el sentimiento de pertenecía la empujaba ir hacia la luz. Huracanes, terremotos y hasta mismo maremoto que la separaba de su raíz, le sirvió para confirmar muchas cuestiones acaecidas en el alma, y si bien a veces podemos confundir la ficción con la realidad, otras podemos certificar que la realidad es quien supera a la ficción, dejándonos absortos, anonadados frente a hechos del pasado tan íntimamente relacionados con el presente.
Elizabeth, estando en la casa de su madre descubre en un bolso una moneda de oro del año 1872 del Imperio Austrohúngaro, ⸺ducado⸺. A raíz de este descubrimiento todo cambiará, conoce a José Carlos, un historiador español que le ayudará a descifrar el gran misterio del ducado y el de su propia existencia, teniendo que enfrentarse ambos a una realidad dura; ella a lo que había enterrado en su alma. Sissi, irá abriendo el camino para escribir otro final, uno nunca imaginado ni sentido y, así hallar juntas las respuestas a tantas coincidencias con la Emperatriz más famosa de todos los tiempos, Isabel de Baviera. José Carlos, por otro lado, en un clic encuentra lo que tanto había soñado, pedido y anhelado; sin embargo lo que por herencia le pertenece no está a la vuelta de la esquina, y tendrá que tener suficiente la paciencia y la confianza, que llegará en tiempo y forma a unos planes divinos.